¿Afecta el Chupete en el crecimiento dental?

¿Cuándo quitar el chupete?

El deseo de chupar está relacionado con la necesidad esencial de sobrevivir. Muchos bebés siguen chupando después de haber terminado la toma. Sin embargo, ese deseo de chupar no desaparece en los primeros meses de edad y es frecuente encontrar a niños con 3-4 años que succionan (sus chupetes o sus dedos pulgares) con intensidad.

El chupete reduce la incidencia de la muerte súbita del lactante

Es un analgésico muy eficaz en procesos dolorosos y, por añadidura, los efectos perjudiciales que ejerce sobre la correcta alineación de los dientes son pasajeros. Eso sí, para que las piezas dentales vuelvan a su lugar el chupete debe desaparecer antes de los tres años de edad.

Además, la acción de succionar pone en funcionamiento una serie de músculos de la cara

Cuando un niño se introduce la tetina de un chupete en la boca y lleva a cabo lo que los expertos denominan succión no nutritiva (el propósito de este acto no es ingerir alimento alguno) los dientes centrales inferiores se desvían poco a poco hacia dentro, mientras que los que se encuentran en el mismo plano, pero en el maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera (dientes de conejo). Con el tiempo, los caninos (colmillos) chocan entre sí y ambas filas de dientes no se cierran correctamente (mordida abierta). Además, la acción de succionar pone en funcionamiento una serie de músculos de la cara que, junto con la posición de la lengua, hacen que, finalmente las líneas superiores e inferiores pierdan su paralelismo (mordida cruzada).

¿Afecta el Chupete en el crecimiento dental?
¿Afecta el Chupete en el crecimiento dental?

Se estima que, para que las malformaciones sean apreciables, es necesario ejercer una presión más o menos constante durante seis horas diarias, aproximadamente. El factor tiempo, junto al de la energía que el pequeño aplique en la succión marcará la diferencia en este aspecto.

Eso explica por qué muchos niños que usan chupete no desarrollan ningún tipo de maloclusión dental

En referencia a los niños que usan el chupete en momentos puntuales; al irse a dormir, por ejemplo. El uso continuado del chupete descoloca los dientes, pero esta situación, es reversible apenas unos meses después de interrumpir su uso. El motivo esencial es que no llegan a producirse malformaciones de la articulación temporomandibular ni deformaciones óseas significativas que modifiquen la arcada dental definitiva.

Por estos motivos, y a pesar de que los expertos creen que es conveniente ir quitando el chupete en torno a los dos o tres años, lo cierto es que también especifican que no se trata de una regla fija, ya que hay otros condicionantes que pueden hacer que estos plazos sean flexibles, como el grado de madurez del pequeño o determinadas circunstancias médicas o psicosociales.

Lo que realmente preocupa a los odontopediatras 

En relación a la influencia de las tetinas en la dentición, además de que la succión no nutritiva se prolongue hasta la erupción de las piezas permanentes, es la llamada caries del biberón.

Caries del biberón.

Se denomina así porque, aunque también puede aparecer por un uso indebido del chupete (untarlo con excesiva frecuencia en algún líquido dulce y dárselo al bebé) es más frecuente que esta patología se presente asociada a la mala costumbre de ofrecer un biberón lleno de zumo, leche o bebidas azucaradas para que el niño vaya bebiendo a demanda o permitir que el niño se duerma chupando la tetina del biberón, hábito totalmente desaconsejado.

¿Afecta el Chupete en el crecimiento dental? La edad ideal para retirar el chupete es hacia los 2 años, el uso en niños mayores está relacionado con la aparición de mordida abierta, o sea, que al cerrar la boca queda una separación entre los dientes superiores y los inferiores, que debería ser valorada por un ortodoncista.

Chuparse el dedo conlleva peores consecuencias que con el chupete

Por mucho que exista la percepción de que chuparse el dedo es un acto natural y, por lo tanto, saludable, lo cierto es que los especialistas coinciden en que es bastante más peligroso llevarse el pulgar a la boca.

Por un lado, las tetinas y chupetes son más fácilmente esterilizables que las manos de los niños; en contacto permanente con agentes contaminantes. Por otro, la superficie de los dedos es más dura que las tetinas convencionales, fabricadas en látex o silicona, lo que eleva el riesgo de lesionarse la mucosa bucal (arañazos, infecciones…) o el propio dedo (callosidades, úlceras, heridas locales…).

Además, en lo referente a la dentición, si bien el chupete está asociado, fundamentalmente, al desarrollo de la mordida cruzada posterior, el hecho de chuparse el dedo acarrea muchos otros problemas en la alineación dental. Aparte de favorecer la mordida abierta, la presión que ejerce el pequeño al succionar el propio dedo, repercute en una elevación excesiva de la bóveda del paladar, al tiempo que se va estrechando paulatinamente la arcada maxilar. Esta deformación, que los especialistas denominan paladar ojival dificulta no sólo las funciones de masticación y deglución de los alimentos, sino que, además, puede repercutir negativamente en el desarrollo del habla y la pronunciación del pequeño.

De hecho, estas alteraciones no revierten espontáneamente y suelen requerir la intervención del ortodoncista más pronto o más tarde. Por otro lado, los expertos señalan que, al fin y al cabo, este hábito es mucho más difícil de controlar, y erradicar llegado el momento oportuno, que tirar el chupete a la basura.

¿Afecta el Chupete en el crecimiento dental? En resumen, concluiríamos con estas tres premisas:

  • El chupete no produce malformaciones dentales si se abandona antes de los dos años. 
  • Nunca añadir azúcares en el chupete o biberón.
  • El hábito de chuparse el dedo es “peor” que el hábito de succionar chupete.